los mitos de la marihuana
Dr. Roberto Rosler
Queridos amigos:
Luego de haber recibido innumerables
consultas sobre los efectos de la marihuana en el sistema nervioso el
doctor Roberto Rosler escribió este artículo que tiene por objetivo
brindar datos de diversas investigaciones y fuentes vinculadas al tema.
Esperamos que esta nota permita despejar dudas sobre los 3 mitos más
frecuentes sobre su consumo: ¿Causa daños en el cuerpo y más
específicamente en el cerebro?; ¿Genera adicción?; ¿Existe un síndrome
de abstinencia a la marihuana?
Realmente éste es un tema que merece
continuar siendo investigado, principalmente por la cantidad de
compuestos de esta droga y la interrelación que pueden tener con otros
factores de la vida.
Los mitos de la marihuana
La marihuana combina más de
60 químicos denominados cannabinoides. Los 2 principales son el
Tetrahidrocannabinol (THC) y el Cannabidiol (CBD), ambos responsables de
los efectos causados por esta droga.
El THC es el ingrediente psicoactivo; es decir, el productor de la euforia y del high cuando se consume marihuana. También genera la psicosis en un pequeño número de personas vulnerables a su efecto.
Este estado mental es definido como la
experimentación de realidades que no están sucediendo (escuchar o ver
objetos no presentes) por parte de los individuos. Durante el episodio
de psicosis el consumidor de marihuana puede sufrir de alucinaciones,
delirio y una pérdida del sentido de la identidad personal. Por su
parte, el CBD posee efectos ansiolíticos (genera calma) y tendría
finalidades antiepilépticas.
Antes del crecimiento de la tecnología la
marihuana tenía cantidades similares de THC y CBD. Las concentraciones
de THC están relacionadas con las del CBD. El aumento en la densidad de
una genera la disminución de la otra. Cuando crece el THC el CBD baja o
viceversa.
La marihuana con altas concentraciones de
THC tiene efectos más potentes. Es importante resaltar que esta droga
hoy en día es muy diferente de la que se consumía entre las décadas del
60 y los 80´. Entre aquellos años tenía un 1 a 2% de THC. Actualmente,
posee un 13% de THC, por lo que ahora es 6 veces más potente.
Mito número 1: La marihuana no causa ningún daño
El 9% de los adultos que consumen marihuana
se vuelven adictos, pero… En los adolescentes la frecuencia de adicción
es del doble (18%).
Ser adicto significa emplear este químico
repetidamente a pesar de saber que genera daños. De hecho, a los pocos
minutos de haber inhalado el humo, el corazón comienza a latir más
rápido, los bronquios incrementan su diámetro y los vasos sanguíneos de
los ojos se dilatan haciendo que se vean rojos.
Asimismo, algunas investigaciones concluyen
que el uso frecuente afectaría la habilidad de pensar, acrecentaría la
ansiedad y la depresión. También crecerían exponencialmente las
posibilidades de que el consumidor sufra de psicosis y esquizofrenia.
El THC perjudica el pensamiento,
disminuyendo los tiempos de respuesta ―por lo que acrecienta las
posibilidades de accidentes de tránsito― e influye negativamente en las
funciones ejecutivas prefrontales.
Quienes comienzan a fumar marihuana antes de los 16 años tienen más daño prefrontal e inhalan el doble de esta sustancia.
El consumo de esta droga disminuiría el
coeficiente intelectual, aunque dejarla no restablecería el nivel
inicial (tendría efectos irreversibles sobre el cerebro). Esto implica
que existe un punto de no retorno y sus efectos sobre la función del
sistema nervioso son permanentes.
La relación entre la marihuana y la
ansiedad es otra razón por la que muchas personas se vuelven adictas.
Este estado emocional está dentro de las 3 principales causas por las
cuales las personas la consumen (las otras dos son el aumento de las
actividades recreativas y los problemas del sueño).
Un 72% de los consumidores de marihuana
sufren de ansiedad o depresión. Esta es la droga ilegal más empleada en
el mundo y la ansiedad, el problema psiquiátrico más frecuente.
Conociendo estos datos no es difícil de ver por qué es tan importante
comprender la relación entre ambas.
Sin embargo, pocos saben que la marihuana
puede agravar esta sensación de dos formas: empeorando los sentimientos
generalizados de ansiedad y causando ataques de pánico.
La ansiedad generalizada ocurre sin una
causa definida. Incluye síntomas como preocupación excesiva o constante
por cosas que son poco probables que ocurran y el sentirse tenso o
ansioso todo el día sin motivos reales. Puede empeorar cuando empiezan a
desaparecer los efectos de la marihuana.
Los ataques de pánico son eventos
aterradores que incluyen taquicardia y aumento de la frecuencia
respiratoria, mareos y la sensación de que algo muy malo pasará. Pueden
ocurrir cuando una persona consumió mucha marihuana.
Este químico puede producir un efecto
rebote de ansiedad. Cuando las características ansiolíticas de la droga
comienzan a desvanecerse aparece el rebote: la persona se siente más
ansiosa que antes de fumar. Por esto su nivel basal de ansiedad sube y
sube.
El mejor tratamiento para esto es dejar de
consumir pero es difícil que el paciente acepte y comprenda esto.
Inclusive muchos se vuelven adictos usándola como ansiolítica.
El empleo frecuente de la marihuana está
asociado a la depresión, aunque aún no se sabe si la droga causa la
depresión o si ser depresivo es un factor de riesgo para consumirla.
Mito número 2: La marihuana no genera adicción
La adicción implica que el usuario tendrá
dificultad para controlar su consumo y no podrá detenerlo aunque
interfiera con muchos aspectos de su vida.
Como ya hemos explicado el 9% de los
adultos que la utilizan se vuelven adictos, pero el porcentaje se
duplica si nos referimos a los adolescentes. El 50% de los que la
emplean diariamente son adictos.
Los adictos a esta droga sufren de
tolerancia. Esto significa que el usuario necesita consumir una dosis
mayor a medida que pasa el tiempo y se genera acostumbramiento.
Mito número 3: Dejar de fumar marihuana no genera un síndrome de abstinencia
La adicción a la marihuana también está
relacionada con un síndrome de abstinencia similar al de la nicotina, lo
que puede dificultar que se deje de consumir.
Las personas que intentan dejarla reportan
irritabilidad, problemas para dormir, deseos vehementes por la droga y
ansiedad. En las pruebas psicológicas también exhiben un aumento en la
agresividad que llega a su punto máximo aproximadamente la semana
posterior a haberla consumido por última vez.
Muy buena información ...
ResponderEliminarTa bueno.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarComo dicen¡la mejor forma de prevenir es informar!! Interesante el blog, sobre todo porque creo q aborda un tema bastante tabú, lo que si me hubiera gustado ver, es mas información sobre cómo es que actua en el sistema nervioso. Saludos!! 😃😃
ResponderEliminarGracias. Si mira te dejó un Link de para q veas como el TCH afecta el sistema nervios. https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/cuáles-son-los-efectos-de-la-marihuana-en-el-cerebro-a-largo-plazo aunque esta claro que la mayoría evidencia científica con la q se cuenta son muy pocas en experiencias con humanos. Saludos.
EliminarMe gustó mucho las información. Los mitos generalmente son reales en si, pero hay muchas cuestiones para analizar aún, todo en excesos tienen efectos sobre nuestro sistema. Pero estar informados es el mejor camino.
ResponderEliminarSaludos.
Guau me llamó la atención en el mito 1 donde habla de la cantidad de personas que se vuelven adictos en adolescentes. También me impresiona como influye esta combinación de químicos en el cerebro, sobre todo cuando habla de que disminuye el coeficiente intelectual y el tiempo de respuestas.
ResponderEliminarBuena Info!!
Guau me llamó la atención en el mito 1 donde habla de la cantidad de personas que se vuelven adictos en adolescentes. También me impresiona como influye esta combinación de químicos en el cerebro, sobre todo cuando habla de que disminuye el coeficiente intelectual y el tiempo de respuestas.
ResponderEliminarBuena Info!!